Johann Heinrich Dräger no está satisfecho con los sistemas de embotellamiento de Cerveza existentes que utilizan Dióxido de Carbono comprimido: Produce un flujo irregular en la Cerveza y se avería con frecuencia. Así que Johann, relojero de profesión, puso a prueba su creatividad y en 1889 logra finalmente desarrollar la primera válvula reductora de presión de CO2 de forma controlada: La Válvula Lubeca. A partir de ese entonces, decide no vender su invento, sino fabricarlo y comercializarlo el mismo.

Mas tarde su hijo Bernhard Dräger, siguiendo la estela de su padre, descubrió el potencial de esta tecnología en aplicaciones médicas y labores de rescate. Así fue, por ejemplo, como se logró controlar la administración de anestesia con la tecnología de reducción de presión, marcando todo un hito en la historia de la medicina.


Más información en Acerca de Dräger (Link)